. Sin poder ocultar sus emociones, la senadora de MORENA, se llevó una grata sorpresa por las múltiples actividades que realizan más de 80 persona
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Sin poder ocultar sus emociones, la senadora de MORENA, se llevó una grata sorpresa por las múltiples actividades que realizan más de 80 personas de la tercera edad.
Cancún, Quintana Roo, 26 de noviembre del 2021.- “Este viernes tuve la oportunidad de convivir con las y los integrantes del Club de Los Años Dorados, que son ejemplos de vida, de lucha diaria y optimismo para superar adversidades”, afirmó la senadora Marybel Villegas Canché.

La legisladora quintanarroense expuso que recibió con mucho gusto esta invitación para visitar la sede del “Club de Los Años Dorados” de la tercera edad y se llevó una grata sorpresa por las múltiples actividades que realizan de lunes a viernes.

La directora Beatriz Esquivel Ancona le dio la bienvenida a Marybel y le mostró los salones y las instalaciones donde día a día asisten unas 80 personas de la tercera edad.

Explicó que el Club de Los Años Dorados” de la tercera edad se abripo hace 38 años y hasta antes de la pandemia del Covid-19 llegaron a tener más de 200 abuelitas y abuelitos.

En junio pasado que volvieron a abrir las instalaciones, ya que tuvieron que cerrar por ser un espacio donde se concentran personas en situación vulnerable.

Le externaron que durante ese lapso, sufrieron varios robos en sus instalaciones, así como el deterioro causado por dos huracanes registrados el año pasado, además de que sufren el abandono de las autoridades estatales y municipales.

Sin poder guardar sus emociones, la senadora morenista conoció algunas de las manualidades que realizan las y los asistentes, por ejemplo, catrinas en papel maché, también sujetadores para cubrebocas.

Marybel invitó a las y los quintanarroenses a visitar el Club de Los Años Dorados, que se ubica en la calle Reno, número 22, supermanzana 20, para convivir y adquirir los productos que elaboran los asistentes y poder contrubuir a su economía familiar.

Además de las manualidades, las y los abuelitos reciben clases en talleres de artesanías, bordado, baile, yoga y tai chi. Hasta antes de la pandemia también recibían clases de canto, pero la maestra ya no pudo regresar, pues cambio su residencia.